Dime, como le explico al mundo que desde que tú llegaste,
has convertido el frío del invierno en un lugar donde ser feliz.
Que ya no sé que camino coger en mi vida,
pero si sé, que tú tienes que estar en él.
Que me abrí el pecho lleno de miedos para decirte
con el corazón temblando un 18 de Agosto
que te amo.
Que cada vez que cierro los ojos te imagino pegada
a mi, me llamarás loco, pero te siento como si fueses real.
Dime, como le explico al mundo que con solo mirarte
a los ojos, me haces creer en la magia como si fuese
un niño pequeño, al que el mundo todavía
no le ha robado su inocencia.
Que he besado otros labios que no llevaban tu nombre,
y lo único que han conseguido es que vuelva a llenarme
otra copa de whisky, intentado olvidarte.
Que ya no le encuentro el significado al mar, desde que
no es tu mano quien me acompaña a buscar otro lugar
para hacerlo nuestro.
Que te he abierto la puerta de mi vida para que te quedes,
pero no puedo obligarte a que lo hagas, y cerrar con llave,
cuando lo que me enamoró de ti, fueron tus alas.
Que podría pedirte que te quedes una vida,
pero te estaría mintiendo, porque quiero quince contigo.
Dime, si esto no es amar de verdad,
porque el mundo se pasa la vida,
buscando lo que nosotros tenemos.
12.1.17
30.8.16
París
He llegado a la conclusión que el mundo está ciego.
Que tú no lo necesitas, es él, el que te necesita a ti, y no lo ve.
Que cuando lo pisas, el mundo tiembla, lo he notado,
se pone nervioso en cada salto que das sobre él.
Le he visto reír al compás de tus carcajadas.
Que he visto que cada vez que tú lloras,
él se vacía por dentro, soltando miles de litros
de agua.
Una vez, entre tanta multitud él te guiño el ojo,
aunque tú no te diste cuenta, porque ibas con la mejor
de tus sonrisas.
Le he visto provocar lluvias estrellas en verano,
solo para escucharte gritar emocionada.
Antes que nacieras, y el mundo existiese el ya tenia pensado
crear París, solo para ti, para sentir cada latido de tu corazón,
cuando lo pisaras.
Que cuando siente que te haces pequeña, y tienes miedo,
se tambalea tan fuerte que podemos sentirlo.
Él está igual de enamorado de ti, como lo estoy yo,
podríamos vivir sin ti, pero hemos decidido hacerlo contigo.
Que tú no lo necesitas, es él, el que te necesita a ti, y no lo ve.
Que cuando lo pisas, el mundo tiembla, lo he notado,
se pone nervioso en cada salto que das sobre él.
Le he visto reír al compás de tus carcajadas.
Que he visto que cada vez que tú lloras,
él se vacía por dentro, soltando miles de litros
de agua.
Una vez, entre tanta multitud él te guiño el ojo,
aunque tú no te diste cuenta, porque ibas con la mejor
de tus sonrisas.
Le he visto provocar lluvias estrellas en verano,
solo para escucharte gritar emocionada.
Antes que nacieras, y el mundo existiese el ya tenia pensado
crear París, solo para ti, para sentir cada latido de tu corazón,
cuando lo pisaras.
Que cuando siente que te haces pequeña, y tienes miedo,
se tambalea tan fuerte que podemos sentirlo.
Él está igual de enamorado de ti, como lo estoy yo,
podríamos vivir sin ti, pero hemos decidido hacerlo contigo.
5.6.16
Ver más allá.
He caído tantas veces, de tantas distancias distintas,que la ultima vez que me caí
al suelo,éste, me guiño un ojo como signo de confianza.
al suelo,éste, me guiño un ojo como signo de confianza.
Y aquí estamos los dos codo a codo
compartiendo camino, y algún problema de más.
Que he visto más veces el cielo desde abajo,
que veces mis mejillas han rozado su libertad.
Que he creído tocar el cielo con manos
que solo me llevaban al infierno.
Y he creído estar en él,
cuando en realidad estaba siendo yo mismo.
Que he visto como quien gritaba por la libertad tenía encarcelado algunos de sus principios.
Y quién decía no utilizar de "eso"
era más fiel a su persona.
Que he visto oscuridad donde se proclamaba total bondad,
y he visto un rayo de luz, donde solo los ciegos ven oscuridad.
Que he sentido como ojos que había pregonado sinceros
habían destruido mi ser.
Y como ojos llamados a ser normales,
me han hecho renacer.
Que no todo es blanco o negro, que hay grises que te cambian la vida,
y te acompañan cuando llevas una caña de más.
y te acompañan cuando llevas una caña de más.
18.5.16
Amores que enseñan.
Si me preguntarán que me enseñó nuestra historia,
les diría que aprendí que si quieres a alguien,
te abres el pecho y expones tu corazón
sin blindaje alguno, incluso cuando por dentro
tus miedos estén afilando la espadas para
combatir en batalla.
Aprendí que no quiero una relación de "actores"
por culpa de cientos de fotos en una red social,
sino una habitación llena de miles de ellas pegadas
en la pared.
Que no quiero textos elaborados por una maldita
tecnología sino enviar cartas aunque viva al otro
lado de la calle, que sienta los nervios de las
veinte primeras, y la confianza de las mil últimas.
Como la primera vez que le escriba te quiero
con mi puño y letra en el parabrisas de su coche.
Aprendí también que no hace falta malgastar
los te quiero , quizá fue nuestro fallo, que los
hay que se dicen con la mirada, y te hacen
sentir un héroe.
Aprendí también que quien dice quererte
puede ser también tu verdugo en el juicio final.
Y lo más importante, que si quieres de verdad,
eres capaz de luchar hasta contra una catástrofe
natural.
les diría que aprendí que si quieres a alguien,
te abres el pecho y expones tu corazón
sin blindaje alguno, incluso cuando por dentro
tus miedos estén afilando la espadas para
combatir en batalla.
Aprendí que no quiero una relación de "actores"
por culpa de cientos de fotos en una red social,
sino una habitación llena de miles de ellas pegadas
en la pared.
Que no quiero textos elaborados por una maldita
tecnología sino enviar cartas aunque viva al otro
lado de la calle, que sienta los nervios de las
veinte primeras, y la confianza de las mil últimas.
Como la primera vez que le escriba te quiero
con mi puño y letra en el parabrisas de su coche.
Aprendí también que no hace falta malgastar
los te quiero , quizá fue nuestro fallo, que los
hay que se dicen con la mirada, y te hacen
sentir un héroe.
Aprendí también que quien dice quererte
puede ser también tu verdugo en el juicio final.
Y lo más importante, que si quieres de verdad,
eres capaz de luchar hasta contra una catástrofe
natural.
2.5.16
Batalla perdida.
La última vez que vi a una persona dedicar tiempo
a una mirada, todavía seguía esperándote en aquella
estación perdida del sur de Europa.
Desde aquel entonces el cielo arde con tanta furia
que la luna no pudo aguantar más de tres días
sin compañía de una estrella, no se atreve
a bailar sola.
No recuerdo cuando por última vez pude apreciar
una mirada bajo la luz de la luna. Hemos perdido tanto
por el camino por culpa de correr con los ojos cerrados,
sin darnos cuentas de lo que tenemos al lado.
Simplemente la vida se ha convertido en un carrera de
velocidad, lo único que importa es quien llega primero
a la meta, no quien pone su corazón en cada bache
que encuentra.
Ya no sabemos lo que es sentir agujetas en la barriga
por culpa de esas risas de verdad. Hemos perdido
esos silencios donde sentíamos el suelo temblar
por culpa de una mirada.
Hemos perdido tanto, que hasta los Dioses dejaron
de intentar recuperar el cielo.
24.4.16
Me perdí.
Era un uno de Julio de aquel maldito año que me abandonaste
en aquella playa del mediterráneo.
Me costó mas de 315 copas cargadas de ron, quitarme
tu sabor de mis labios. Intenté hacer que mi cerebro
olvidase cada uno de nuestros recuerdos con cenas llenas
de whisky y agua salada, para evitar pensarte en aquella cama
donde te hacia mía cada madrugada.
Te llevaste tanto aquella tarde, que ni me recuerdo cuando
me veo reflejado en aquel escaparate de nuestra pastelería
favorita, esa que hiciste tuya desde el primer momento en el
que pusiste los pies allí.
¿Recuerdas aquel espejo grande que teníamos en el baño,
donde me encantaba verte desnuda?
Lo destruí con mis propios puños, cada golpe estaba
tan lleno de rabia que no sentía el cristal arañar mi piel.
Creaste la peor versión de mi mismo.
Y por eso te odio.
No porque te fueses y me dejaras, sino por todo eso que te llevaste
sin preguntar tan siquiera si podías.
Ni un adiós avisando que te llevabas las maletas cargadas con quien era.
Si un día llegase a tus manos esta carta, no te sientas culpable de lo que
me haya pasado, fue mi error no haber construido ventanas para escapar
por si un día decidías cerrar la puerta de nuestra historia con llave.
en aquella playa del mediterráneo.
Me costó mas de 315 copas cargadas de ron, quitarme
tu sabor de mis labios. Intenté hacer que mi cerebro
olvidase cada uno de nuestros recuerdos con cenas llenas
de whisky y agua salada, para evitar pensarte en aquella cama
donde te hacia mía cada madrugada.
Te llevaste tanto aquella tarde, que ni me recuerdo cuando
me veo reflejado en aquel escaparate de nuestra pastelería
favorita, esa que hiciste tuya desde el primer momento en el
que pusiste los pies allí.
¿Recuerdas aquel espejo grande que teníamos en el baño,
donde me encantaba verte desnuda?
Lo destruí con mis propios puños, cada golpe estaba
tan lleno de rabia que no sentía el cristal arañar mi piel.
Creaste la peor versión de mi mismo.
Y por eso te odio.
No porque te fueses y me dejaras, sino por todo eso que te llevaste
sin preguntar tan siquiera si podías.
Ni un adiós avisando que te llevabas las maletas cargadas con quien era.
Si un día llegase a tus manos esta carta, no te sientas culpable de lo que
me haya pasado, fue mi error no haber construido ventanas para escapar
por si un día decidías cerrar la puerta de nuestra historia con llave.
20.4.16
Madrid.
Descubrí su magia cada vez que pisaba los andenes de Atocha.
Caminé por sus calles como si tuviese las llaves
de su puerta en mi mano, oía el ruido de cientos
de personas buscando su lugar, en cambio, yo venía
hacerme grande.
Recorrí kilómetros de sus calles sintiendo el calor de
su asfalto un 30 de Julio, que al final acabé amando como
solo puede amar una madre, cerrando los ojos y sintiendo.
Pasee por el Retiro como si no fuese la primera vez que sentía
su libertad. Remé en sus barcas con tanta valentía que quizá
fui pirata en otra época.
Escuché un centenar de voces como si estuvieran pronunciando
mi nombre.
Recorrí Gran Vía sintiendo que cada baldosa estaba puesta para mí,
para que llevará aún más lejos mis sueños.
En Callao sentí que ese no era mi lugar, pero debía de poner un
pie allí.
Llegué al cielo en La Latina, y Madrid me escuchó gemir como jamás
lo había conseguido Almería. Pero de repente, ella me llevó al infierno
como si hubiese sido el culpable de su corazón roto.
Llegué a Madrid siendo alguien, y salí de ella recordando el niño
que fui.
Caminé por sus calles como si tuviese las llaves
de su puerta en mi mano, oía el ruido de cientos
de personas buscando su lugar, en cambio, yo venía
hacerme grande.
Recorrí kilómetros de sus calles sintiendo el calor de
su asfalto un 30 de Julio, que al final acabé amando como
solo puede amar una madre, cerrando los ojos y sintiendo.
Pasee por el Retiro como si no fuese la primera vez que sentía
su libertad. Remé en sus barcas con tanta valentía que quizá
fui pirata en otra época.
Escuché un centenar de voces como si estuvieran pronunciando
mi nombre.
Recorrí Gran Vía sintiendo que cada baldosa estaba puesta para mí,
para que llevará aún más lejos mis sueños.
En Callao sentí que ese no era mi lugar, pero debía de poner un
pie allí.
Llegué al cielo en La Latina, y Madrid me escuchó gemir como jamás
lo había conseguido Almería. Pero de repente, ella me llevó al infierno
como si hubiese sido el culpable de su corazón roto.
Llegué a Madrid siendo alguien, y salí de ella recordando el niño
que fui.
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